La Diputación ha entregado una asistencia económica directa a Canjáyar para emprender una obra de emergencia para la consolidación y refuerzo del muro de la calle General González, que se encuentra a la entrada norte. Esta edificación es fundamental para la seguridad de la carretera y para los usuarios de la piscina municipal, ya que sostiene el terreno que bordea esta instalación y protege la vía.
El muro, de mampostería hormigonada, ha sufrido una grieta transversal producida por movimientos de tierra, así como por la filtración de agua debido a la rotura y colmatación de tuberías por ramificaciones de árboles, corriendo serio peligro para la ciudadanía. Con estas obras se reforzará esta construcción de forma definitiva garantizando la seguridad, según informa la Diputación en una nota.
El diputado de Presidencia, Lucha contra la Despoblación y Turismo, Fernando Giménez, acompañado por el alcalde de Canjáyar, Juan José Romera, y técnicos de Diputación, visitaron estas obras para comprobar la evolución y resultado de unos trabajos que, con coste cero para las arcas locales, permitirá al Ayuntamiento poner fin a un complejo problema desde el punto de vista técnico, que también había afectado gravemente a la cimentación de los vestuarios de la piscina.
Giménez indicó que están “al lado del ayuntamiento ante un peligro grave para los vecinos. Esta actuación a priori puede parecer sencilla, pero no es así, hemos tenido que buscar la mejor solución, la más eficaz y duradera a un problema que presenta muchas dificultades técnicas y que requiere un tiempo para ser solventado. Este verano la piscina no ha podido abrir, pero gracias a esta obra se podrá disfrutar de este espacio”.
El diputado señaló que “esta solución planteada por los técnicos de Diputación es definitiva y va a permitir eliminar cualquier riesgo, ahora y en el futuro”.
Tres fases
La intervención consta de tres actuaciones. Primero, se acomete la mejora y consolidación del terreno con perforaciones e inyecciones de cemento para dar estabilidad y homogeneidad. Luego, se realiza un recrecido de la cimentación de los vestuarios, que ha sufrido el daño principal con el descalce por filtración de agua por rotura de tuberías por ramificaciones.
Una vez el terreno esté estabilizado y la cimentación asegurada, se procederá a arreglar las evacuaciones de agua del muro, unas 125 unidades que, debido al deterioro por el paso del tiempo, han quedado colmatadas y sin funcionar. Se van a limpiar y reperforar para que vuelvan a evacuar el agua que se filtre al terreno.
Fuente: lavozdealmeria.com