El director Stefano Usardi junto las actrices Patrizia La Fonte y Raffaella Paleari y el actor Jacopo Garfagnoli y también la productora Fifilm de Caterina Francavilla y todo el equipo de producción de la película Sin edad les agradecen la acogida y la amable ayuda del pueblo de Canjáyar en el rodaje de esta cinta.
“Haber podido rodar algunas escenas de nuestra película en vuestro encantador pueblo fue, para nosotros, un honor que siempre llevaremos en el corazón. Estamos orgullosos del trabajo que hemos realizado juntos con vuestra presencia, sin la cual no hubiésemos podido transmitir la misma intensidad y emoción que la historia de la película quiere suscitar en el público”, apuntan en un comunicado que le hicieron llegar al alcalde del municipio, Juan José Romera.
“El valor de nuestra película viene dado precisamente por las personas que conocimos a lo largo de nuestro camino y que quisieron creer en el arte y la magia del cine, ayudándonos y acogiéndonos. Esta película es para nosotros un pequeño sueño que se está haciendo realidad y vosotros nos habéis ayudado a hacerlo más realidad”, sostienen.
Junto al comunicado aparece una fotografía de todo el equipo tras concluir el rodaje en Canjáyar. “Todo nuestro respeto por este pequeño pueblo, por sus habitantes que tengan un buen recuerdo de esta experiencia para que puedan transmitir a los más jóvenes el amor por el cine y el arte que une personas, países y sueños. Cuando la película esté lista para ser proyectada nos volveremos a encontrar en esta plaza. ¡Nos volveremos a abrazar y celebrar juntos!. ¡Gracias nuevos amigos de Canjáyar!”, concluye.
La película cuenta como Anna, sola en una residencia de ancianos, es sacudida por la llegada de Pietro, quien, para escapar de extraños, la envuelve en familiaridad. Con la promesa de ver el mar, confundida, Anna se deja llevar. Habiendo escapado del peligro, Pietro, que sigue tomando pequeñas cantidades de droga, quisiera deshacerse de ella, pero en un momento de indecisión decide acompañarla al mar, ya que Anna pide con insistencia verla. Con un coche robado llegan a la costa de Imperia, pero Anna, con la convicción de llegar a España para ver a la Virgen del Mar, de la que guarda con amor un pequeño cuadro, le ruega a Pietro que no la deje sola.
Mientras tanto, los hijos de Anna, alarmados, inician una búsqueda frenética que involucra también a sus sobrinas y suegra. Pietro, que continúa sintiéndose perseguido y aparentemente sin nada que perder, decide irse con ella. Los dos fugitivos, cada vez más cómplices, en un viaje en tren conocen a Dominique, una investigadora francesa con la que comparten partes del fabuloso viaje. Comienzan las dificultades económicas y la aventura de los dos viajeros se vuelve cada vez más complicada: muertes ‘aparentes’;, bodas, fugas de autos, ambulancias, robos y fiestas salvajes. Todo parece resolverse con la llegada a Almería donde finalmente participan en la procesión de la Virgen, pero la llegada de los familiares trastocará todo tipo de planificación y la fiesta no tendrá el final esperado. Tras rodar en Canjáyar la película ha seguido su grabación en Almería, Tabernas y la procesión de la Virgen del Mar.
Fuente: diariodealmeria.es
