Buena parte de la historia de Canjáyar y de su catolicismo gira alrededor del Voto de la Santa Cruz. Es la gran celebración de los que están y de los que marcharon a la diáspora y regresan en la onomástica por excelencia de la floreciente localidad agropecuaria y uvera. Tradición en la que cobra especial interés la figura de Juan Matías de Peralta, sacristán que en 1611 descubrió la reliquia oculta entre los muros del baptisterio de la iglesia parroquial. Una cruz de peregrino <hecha con madera de olivo en cuyo brazo se alojaban 42 celdillas conteniendo piedrecillas de los lugares de Tierra Santa que pisó Jesús desde Belén al Santo Sepulcro…>.
En 1958 se le añadió el Lignum Crucis <convirtiéndose de esta forma en una auténtica Vera Cruz al incorporar una astilla de la cruz donde Jesucristo nos redimió> (del libro Canjáyar. IEA, 2017).Buena parte de la historia de Canjáyar y de su catolicismo gira alrededor del Voto de la Santa Cruz. Es la gran celebración de los que están y de los que marcharon a la diáspora y regresan en la onomástica por excelencia de la floreciente localidad agropecuaria y uvera. Tradición en la que cobra especial interés la figura de Juan Matías de Peralta, sacristán que en 1611 descubrió la reliquia oculta entre los muros del baptisterio de la iglesia parroquial. Una cruz de peregrino <hecha con madera de olivo en cuyo brazo se alojaban 42 celdillas conteniendo piedrecillas de los lugares de Tierra Santa que pisó Jesús desde Belén al Santo Sepulcro…>.
En 1958 se le añadió el Lignum Crucis <convirtiéndose de esta forma en una auténtica Vera Cruz al incorporar una astilla de la cruz donde Jesucristo nos redimió> (del libro Canjáyar. IEA, 2017).En esta obra referencial y en varios soportes, del fenómeno religioso se ocupó Emilio Esteban Hanza, uno de sus más preclaros convecinos. Hijo Predilecto, cronista de la Villa, anfitrión de amigos y visitantes en su hospitalario cortijo del Marchal de Nieles y embajador de un valle verde entre dos ríos y montañas. Nieto de Francisco Esteban Viciana (licenciado en Filosofía y Letras, magistrado en la Audiencia de Málaga, juez municipal, concejal, presidente de Diputación (1901), quien le da nombre a la antigua calle Mesón e iniciador de la saga) e hijo de Francisco Esteban Navarro, diputado provincial y concejal de su Ayuntamiento. Nuestro protagonista nació el 23 de febrero de 1920, estudió bachiller en el colegio La Salle y obtuvo la licenciatura de Derecho en la Universidad de Granada, ingresando seguidamente en el Colegio de Abogados de la ciudad nazarí, Madrid y en el de Almería (1957), donde formó parte de su Junta de Gobierno, fue bibliotecario, impulsó los concurridos <Jueves Jurídicos> y fundó la revista “Sala de Togas”. Ejerció la docencia en la UNED (profesor honorario) y en la Escuela de Prácticas Jurídicas y abrió bufete de abogacía en su domicilio almeriense de calle Emilio Ferrera. En 1963 cofundó (con Jesús Durban Remón y Juan del Águila) la Caja Rural de Almería -antecedente de la actual Cajamar-, siendo su primer asesor jurídico. Además del espíritu e intelecto, Emilio cultivó en su juventud universitaria el atletismo, llegando a participar en pruebas nacionales en calidad de amateur.
Humanismo democrático
Encuadrado en Izquierda Democrática, de la que fue presidente provincial, su paso por la política resultó efímero. En junio de 1977 se integró en una candidatura independiente para el Senado en representación de la Democracia Cristiana, dada su acendrada convincción religiosa (en 1972 responsable diocesano del Movimiento Familiar Cristiano) A pesar de ser el más votado en la capital, no salió elegido, obstando por apartarse de cargos y militancia. Siempre acompañado de su esposa, la figura de Emilio se hizo habitual en múltiples actos culturales en la capital y provincia: conferencias, exposiciones, semanas de divulgación artística, conciertos o presentación de libros. La Casa de Almería en Madrid lo distinguió con la <Uva de Oro> en 1997, siendo tres lustros antes socio fundador del Ateneo. Miembro del Instituto de Estudios Almerienses, su catálogo de amistades -entre las que me incluyo- era amplio e incondicional.
Académico correspondiente de la Real de Jurisprudencia y Legislación de Granada (1990), estaba en posesión de la cruz de San Raimundo de Peñafort y del escudo de oro del Colegio de Abogados provincial al cumplir sus bodas de oro en el ejercicio profesional. Su actividad literaria se tradujo en libros con sus raíces como principal destinatario, en especial <Canjáyar, pueblo alpujarreño>. Casado en enero de 1962 con Gracia Navarro Oña (esposa y compañera; colaboradora y descendiente asimismo de una respetada familia canjilona), del matrimonio nacieron cuatro hijos: Emilio, Carmen, Carlos y Emilio. Emilio Esteban Hanza falleció en la capital el 24 de marzo de 2020, a los 91 años de edad. Sus restos mortales fueron depositados en el cementerio municipal Canjáyar.
Fuente: www.diariodealmeria.es
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